El mundo no ha parado de innovarse y el paso del tiempo ha
marcado el camino a seguir en numerosos ámbitos entre los que se encuentra el
de la comunicación. Este, es uno de los que más cambios ha sufrido a lo largo
del tiempo, adaptándose siempre a las circunstancias del momento.
Con el descubrimiento de la imprenta hace ya miles de años
en China, la tarea de comunicar siempre ha estado ligado al papel. Se han
utilizado diferentes tipos de soportes en papel como la máquina de escribir,
los pergaminos o las actuales hojas. Y es que la importancia del papel no puede
tomarse a broma. El papel ha sido uno de los grandes inventos de la historia de
la humanidad y, gracias a él, el conocimiento se ha extendido sobre la gran
parte de la población mundial.
Desde los primeros periódicos de Grecia y Roma a las
actuales revistas del corazón los medios han utilizado el papel como vía para
comunicar. Nuestros padres y abuelos cuentan que la esencia de un periódico es
poder abrirlo y pasar las páginas cada mañana. Y quizás sea cierto que el hecho
de comunicar no pueda concebirse sin el papel, por eso algunos no entienden el
negativo vaticinio que se le adjudica a la prensa escrita.
Pero hasta las cosas más útiles y sorprendentes tienen
margen de caducidad. El auge de internet y las nuevas tecnologías y la constante
tala de árboles están poniendo en duda el futuro de los medios en papel. La
competencia entre los periódicos “on-line” y los tradicionales periódicos en
papel está dejando en mal lugar a estos últimos ya que estos son más costosos y
menos cómodos para leer, ¿merece la pena gastarse un euro en un periódico para
leer noticias que podemos leer gratuitamente vía internet?
Vistas las posturas y los diferentes tipos de vista, que
cada uno saque sus propias conclusiones. Si hay algo que está claro es el
avance de la sociedad y comunicación hacia un nuevo modelo de vida tecnológico.
El globo pasa al avión, el papel a la pantalla...